El que cree que es odiado y no sabe que es amado |
Sufrimiento
¡Vamos dame la mano!
Estiro la mano para tratar de salvar a aquel niño, pudo rozar aquella pequeña mano con la punta de sus dedos, hasta que noto como el frio acero atravesaba su vientre y como aquel niño se tapaba la boca al verle atravesado por aquella espada de hoja oscura.
-no- escucho su propia voz en su habitación y puso su mano en su vientre, notando que no había nada, una pesadilla otra vez, siempre era lo mismo desde que las inner habían despertado, todos los días tenia pesadillas sobre el pasado.
-¡Al, Ed levantaos!- Vio como su madre una mujer de cabellos castaños y elegante figura, abría las puertas para desperezar a sus dos hijos, pero es que para Alphonse no era nada fácil el vivir en aquella casa, ya que el recordaba toda la historia del milenio de plata y todos sus recuerdos de sus vidas pasadas.
-“te odio”- Aun podía notar aquella angustia en su pecho, al recibir aquel rechazo de la persona que amaba hacia apenas cuatro siglos-. “no sé de que me hablas, yo ni siquiera te conozco, si no quieres que llame a la guardia esfúmate medicucho del tres al cuarto”
Se distancio de aquel joven muchacho a pesar de que su corazón le recordaba y le anhelaba con desesperación, provocando en el una continua depresión que disimulaba bajo una bonita sonrisa y debido a ello, Alphonse jamas quiso mirar a otra persona ni siquiera que le tocasen o se fijaran en el. Parecía que su sola misión en la vida, era el existir para observar nada mas.
Y pero el observar no evitaba que en varias ocasiones le enviaran a la hoguera por brujería y otras el mismo terminaba muriendo o suicidándose, siguió vigilando y manteniendo a la persona que debía proteger en aquel sueño. Esa persona curiosamente se había convertido en su hermano mayor, pero aun así a pesar de todo todo su dolor siempre regresaba a su hundida alma.
-Al…-Escucho a su madre y giro la cabeza para observar a Trisha que ese era su nombre, la mujer simplemente sirvió una taza de café estaba tan distraído que incluso hacia y se vestía de manera automática-. ¿Te encuentras bien?
-si mama, estoy bien…
Su única misión era el vigilar a Edward, que en su tiempo había sido la llave de destrucción del milenio de plata. Pero a pesar de ello, en esta vida era una persona que el admiraba profundamente. Inteligente y bastante avispado, siempre siendo directo y sincero con sus sentimientos, pero a pesar de ello saber que algún día el despertaría y recordaría a toda las personas que había asesinado sin el ser consciente, comprendió como aquel chico se iba a llegar a sentir.
-¡Al!- grito Edward haciendo que le observara, sorprendido y observar a los ojos dorados que tenia aquel rubio-. El abrigo…te vas a resfriar si no lo llevas…¿de verdad que estas bien?
-Si ni-san, solo estoy algo despistado…
Y lo cierto es que su depresión se agrava por cada día que pasaba. Pero repentinamente todos despertaran, exceptuando su hermano Edward y agradecía que su hermano mayor aun no despertara.
Pero a consecuencias el repentino dolor de cabeza que comenzaba a invadirle, ya que gracias a ese despertar el riesgo de que Edward reaccionara se acrecentaba. A pesar de todo seguía intentado cumplir su misión, en vísperas de navidad cuando en realidad su deseo en esta época era desaparecer de la faz de la tierra para dejar de sufrir, ya que había perdido la esperanza y la ilusión en la vida.
Ese día parecía ser como todos, iban al colegio se reunían a la hora de la comida con sus amigos y a pesar de que Hisoka y Val habían recordado, notaba que ambos ignoraban sus sentimientos por lo que hundido solo se limitaba a observar como siempre, de vez en cuando aquellos dos le preguntaban y el respondía sin dudar, pero aun notaba la distancia entre ellos.
Pero cuando fue la primera vez que se emociono con algo, ni siquiera lo recordaba recordar esas palabras:
“te odio”
Esas dos palabras le habían destrozado todas esas vidas, hundiéndolo en su propia desesperación, odiando el ser el único que recordaba todas sus vidas pasadas y queriendo desaparecer de una vez por todas en aquel mundo que le lastimaba constantemente.
Pero parecía, que el día no estaba con su humor, por que encima debía estar presente en una reuniones de las inner y las outher, ya que las princesas necesitaban algún dato del pasado y a pesar de que Setsuna tenia sus recuerdos por no decir todos los recuerdos del milenio de plata, el era siempre el que debía recordarlo como si fuera un castigo continuo para el.
-Hoy Rei estaba un poco furiosa…Usagi ¿Qué le has hecho?- Pregunto Minako mientras caminaban.
- Por que siempre lo tengo que hacer yo…- Se señalo la princesa, y suspiro al notar el brazo de su buena amiga Haruka en su cabeza-. No es justo…
-Al menos hemos podido saber algo mas de la destrucción del milenio de plata…- observo a Alphonse por encima de su hombro la rubia motorista de ojos verdes a ella le daba la impresión que se chico siempre tenía un aire triste y deprimido-. Por cierto a donde vamos…
-Al parque botánico, ¡han traído unas rosas muy bonitas! Son especiales…- Amy sonrió y observo a Minako-. Aunque no vamos por las rosas en concreto, Mina fue quien insistió…
Les resbalo una gotita de sudor a todas, observando la sonrisa emocionada de la rubia, la cual parecía un poco desquiciada en ese momento. Alphonse parpadeo sorprendido ante aquel comportamiento y suspiro, notando a su hermana mercurio a su lado, el sabia que frente a Amy no tenia ninguna posibilidad frente a los guardianes, no era bueno defendiéndose y no comprendía por que le eligieron a el para vigilar a todos.
Podía notar como aquellas adolescentes estaban arrastrándolo hasta el parque botánico, seguramente no iban por las plantas precisamente, ya conocía demasiado bien los gustos de las princesas, por eso al entrar y ver que lo dejaban solo, se alejó del grupo para admirar las plantas ya que esa afición era la única que podía conservar con felicidad, algo que le unía a la persona que amaba y que había guardado como un tesoro.
Acaricio los pétalos de las flores con un dedo y por alguna razón no puedo evitar llorar, su alma comenzaba a doler de nuevo y no dándose cuenta de que estaba siendo observado por un muchacho, que impresionado por la sucesión de lagrimas de aquel adolescente, tuvo como una imperiosa necesidad de intentar aliviar aquel sufrimiento.
-¡Alistar-senpai!- Pero aquella rubia que habia conocido hacia poco, le saco de su ensoñación y al ver que el adolescente había desaparecido suspiro, por alguna razón aquel moreno se sintió inquieto al no verle allí-. Le he estado buscando, quería presentar a mis amigas…
-Minako-san sabe que no debe gritar…las plantas son demasiado frágiles al sonido …- regaño el moreno de ojos ocres que miraba a su alrededor, buscando con inquietud a aquella persona que hace tan solo momento lloraba delante de Miosotis Silbanticas, unas plantas que significaba nomeolvides y ver a aquel niño tan mal por algún motivo angustió su corazón.
-lo siento, ¿buscas a alguien?- pregunto curiosa una rubia que reconoció, era sin duda Haruka Tenoh-. Pareces algo agobiado…
-bueno…no, solo estoy inquieto por que las plantas son frágiles…nada mas, pueden ser igual de frágil que las personas…
-Oye ¿y Alphonse-chan?- pregunto Amy preocupada a Setsuna.
-Tuvo que irse, estaba agotado…-justifico al muchacho la guerrera del tiempo, observando a aquel moreno sonriendo-. Mmm solo pienso que si se hubiera quedado un poco mas…
-¿Por qué lo dices?-Pregunto Michiru inclinándose un poco hacia delante.
-por nada querida…por nada…
El pequeño rubio sintió demasiada presión al llegar a casa solo corrió escaleras arriba para entrar en su habitación y terminar llorando de manera sonora, apretando la almohada de su cama para tratar de aliviar su alma pero estaba tan cansado y tan angustiado que era difícil contenerse y la gota que colmo el baso es llevarle a un lugar donde las plantas le recordaban a el, a pesar de todas las vidas que había pasado, le amaba y estaba cada día mas destrozado su alma se partía por que a pesar de los siglos pasados, el le amaba demasiado.
Pero no permitirle olvidar era un castigo asegurado para el y eso hacia que sus lagrimas fueran aun mas profusa y mancharan la colcha que estaba encima de la cama, se alegraba que su hermano aun estuviera de voluntario en la policía, estaba seguro que si le veía llorar, terminaría sospechando algo. Por eso solo podía aprovechar cuando estaba la casa vacía. Solía quedar agotado en las noches y durmiendo al fin sin soñar con todo aquello.
Pero el día siguiente la diosa del tiempo iba a intervenir por la felicidad de aquel muchacho, llevando a cabo su plan y dejando al chico descansar en su cama. Comenzó a mover los engranajes de la felicidad del pequeño Sacerdote de mercurio.
Y el día comenzó como quebrado para Alphonse, esa mañana encima de recibir un castigo por haber llegado tarde a clase, tuvo que limpiar y recoger solo ya que sus amigos decidieron gastarle la mala broma, de irse dejando el trabajo pendiente a el y cuando parecía que al fin podía irse a casa, comenzó a llover y al corriendo hacia su casa cruzando el parque central, pensaba que “odiaba los pronostico del tiempo”, siempre terminaba mojado bajo la lluvia, vale que le agradara pasear. “¡pero con un maldito paraguas!”. En ese momento tropezó y cayo al suelo, quedando empapado totalmente y es que para el colmo, comenzó a llover con mas fuerzas.
-no...-Las ganas de querer llorar vinieron a sus ojos, mientras podía ver todo su uniforme de colegio, totalmente cubierto de barro-. Por que me pasa esto a mi...
Trato de levantarse, percatándose al apoyarse que su tobillo no opinaba como el en ayudarle.
-aush...- Por lo que comenzó a caminar como podía-. no me puede pasar nada peor, ¿verdad?-.En ese momento el teléfono móvil comenzó a sonar.-¿Si?¡eeeeeeeeehhhhhhhhh!, no me digas eso, yo no puedo, no esp...-.Era uno de sus compañeros que le había invitado a un concierto, con tan mala pata que al estar en mitad de ese parque, chorreando y con el pie torcido y encima sin batería en el teléfono.- ¡esto es lo ultimo!-.iba a tirar el dichoso contra el suelo, cuando cerro los ojos y se sentó en el banco, dejando que la lluvia le empapara aun mas.
Pero noto como el agua dejaba de mojar su ya de por si helada piel, al levantar la cabeza no pudo evitar que algo de calor fuera a sus mejillas, aquel chico de cabellos negros y ojos de un color ocre, le hicieron sentirse un poco menos solitario.
- no deberías mojarte puedes pillar un resfriado-. Al escuchar la voz de aquel chico, tan suave solo asintió aceptando la ayuda de aquel desconocido. La lluvia parecía querer durar un largo rato y la sensación de Alistar referente a aquel niño, no sabia por que se le hacia adorable.. demasiado.. era como si toda su vida hubiese esperado ese momento .
- hey vamos.. te acompaño a un lugar seco si quieres.. - Alistar tenia esa cara de inocencia dulce a pesar de ya ser un adulto de 20 años .. tendió su mano aun sonriendo, la misma que embrujo al chiquillo que sujeto la mano algo temeroso.
- me llamo Alistar-
Alphonse por poco pego un brinco al escuchar aquel nombre pero teniendo el pie torcido lo único que consiguió es tropezarse y ser sujetado por aquel universitario, se sonrojo al notar las grandes manos del moreno alrededor de su cintura, y al incorporarse se quejo al notar su pie aun mas inflamado.
Ademas estaba calado hasta los huesos y tenia frió, incluso estuvo pensando que debía de haber escuchado mal el nombre, ya que era imposible que en un día de tan mala suerte, ese chico apareciese y se llamara como su amado. Aquel que le odiaba a pesar de que el le amaba por lo que termino pensando que podía ser una coincidencia.
-Alphonse...-.Susurro su nombre algo temeroso.- yo...disculpe...-.Se aparto agachando la cabeza, y abrazándose a si mismo por el frió que le estaba dando aquella ropa húmeda. y pensando que eso seria de muy mal gusto, ya que Alistar debía ser alguien menor que el, no alguien mucho mayor que el.
-tranquilo... no fuerces ese tobillo parece que te lo has torcido- Alistar pudo ver que el pequeño rubio se abrasaba a si mismo, al darse cuenta que el niño estaba calado se desabotono la chaqueta vaquera que traía encima y poniéndoselo en los hombros.- no es mucho pero al menos hasta que lleguemos a algún lugar seco servirá..
Le sonrió de nuevo encantador.
- Alphonse.. es un precioso nombre..-Por que , algo en su interior le inquietaba y buscaba prácticamente inconsciente el contacto con aquel chico. Como si fuera el perfume de una de sus flores en el invernadero.
- el invernadero donde trabajo esta cerca.. no es mucho pero tengo una pequeña cocina detrás y al menos podemos hacernos un te para entrar en calor.. o algo... - dijo tomándole de la mano para guiarlo - no te preocupes.. no voy a hacerte daño..-Le miro de nuevo, con esa intensa mirada escarlata que irradiaba calor y dulzura-. confiá en mi...
Alphonse no es que desconfiara de esa persona, sino que simplemente estaba impactado, aunque en ese momento sujeto la mano del chico como si fuera un bote salvavidas,¡no soportaba mas ese frió! y necesitaba algo de calor, ya que incluso su manos comenzaba a estar blancas de la mojada que había pillado, entonces fue cuando estornudo, mala señal.
-Esta bien, solo necesito recuperar algo de calor...es que no tengo ni batería en el teléfono y, encima me olvide el paraguas en casa...soy un desastre...-.comenzó a hipar, sollozando y poniendo su brazo para apartar sus lagrimas su depresión volvía a hacerse con el no pudiendo evitar-. y encima un amigo me dice de unas entradas y se corta el teléfono...
Alistar al escuchar aquel llanto, se detuvo y girando su cuerpo abrazo al menor contra el tratando de calmar aquellas lagrimas que el sentía, no debían estar en las mejillas de Alphonse es que hasta su nombre sonaba tan atrayente para el.
- shh tranquilo.. mira.. ahí estaremos secos...- Bajo aquel paraguas, el corazón de Alphonse al notar los brazos de aquel desconocido universitario, de algun modo le tranquilizaron.-vamos...
Abrió la puerta del invernadero lleno de flores de todos colores pero las que estaban en un lugar escondido para el, era las mas importantes del jardín y a pesar de que esas primeras a la vista eran hermosas, no tenían ni comparación con las que Alistar había conseguido.
- tengo un cargador universal aquí en la cocina.. quizás sirva para tu móvil.. y tengo para hacer te ... ven pasa.. encenderé la calefacción de este lado así podemos secar tu ropa...-
Encendió las luces y empezó a sonar una melodía de violín, haciendo que el universitario se sonrojase, al darse cuenta que no había quitado aquel cede que resulto ser su favorito.
- perdón.. es un pequeño experimento, que si le pones música a las plantas crecen mejor.. ¿conoces a Michiru Kaio? bueno es ella, admiro mucho su forma de interpretar melodías...-
Para no conocerla, era la princesa de Neptuno, suspiro y observo a aquel chico, estaba verdaderamente helado por lo que froto sus brazos para tratar de obtener algo de calor. Al ver todas esas plantas, pudo percibir cierto aroma familiar, al menos no se estaba mojando, siguió a aquel muchacho hasta el lugar que había dicho.
-Suele tocar a conjunto con Haruka tenoh...-. Respondió tiritando, ya que debido a las ropas mojadas, no estaba que digamos bien.- me vendría bien...así mi padre me puede venir a buscar...en coche...
Lo cierto es que este Alistar y el del milenio de plata se parecían, pero no era posible que fuera incluso mayor que el, el buscaba al pequeño Alistar, el cuidador de las rosas azules del jardín de la casa del Conde de Marte. Aun recordaba cuando Alistar en el jardín mientras el descansaba, beso sus labios algo que le hizo despertar de su desvelo.
Pero aun así, era demasiada coincidencia. Un muchacho mayor que el llamado Alistar, era demasiado y eso termino por deprimir al pensar, que a lo mejor aquel joven era la persona que el amaba y que solo creció mas por que le seguía odiando.
Saco el cargador universal y tomo el móvil del chico para enchufarlo en la ficha correcta y dejarlo cargando, mientras no podía evitar observar aquel rostro pensativo y al vez deprimido de Alphonse, por un segundo tuvo la tentación de querer abrazarlo pero al percatarse de sus pensamientos simplemente hablo.
- en un par de minutos podrás llamar a tu padre- dijo feliz mientras ponía el agua en una tetera, una perfecta distracción por que tenia la sensación que cometería una tontería si seguía observándolo-. Así que Alphonse..¿vas a la secundaria no?..-. Pregunto mirando el uniforme del chico – haa... extraño esas épocas.. no eran tan complicadas como la universidad jejeje.. aunque amo mi carrera, quiero ser botánico..-
Miro al chico algo ausente como si estuviera viviendo ahora mismo un sueño, y fue por eso que tuvo la necesidad de invitarle.
- oye.. ¿quieres ver algo en lo que estoy trabajando?- pregunto - solo tenemos que dar la vuelta al corredor de las fresias .. las tengo un poco escondidas ya que son experimentales...
-Moverme me vendrá bien...estoy calado...-.Frotando sus brazos para tratar de coger mas calor.- lo cierto es que cogido una buena mojada...achus...
Volvió a estornudar esperando a que el chico universitario le guiara hasta ese lugar donde se suponía estaba su investigación y experimento, lo cierto es que siempre que veía un sitio como ese no podía evitar acordarse del fabuloso jardín de rosas azules del conde Mustang, los cuales eran cuidados por Alistar la persona que el anhelaba, y por la que su corazón estaba destrozado.
- Salud..- Alistar le observo preocupado, ya que el chico estornudaba continuamente, al menos comenzó a secarse con la calefacción pero aun así, no podía evitar estar inquieto por el-. es por aquí...-
Camino entre las fresias de todos colores y doblo la esquina prendiendo las tenues luces.. el lugar era mas pequeño y cálido, pero seco simulando un clima mas bien árido, algo que por un casual comenzó a asustar a Alphonse.
- es increíble que necesiten de calor para tener ese color..-Había al menos una docena de rosaledas resplandecientes y de un color azul intenso en los pétalos de las flores.. había unos mas pequeños de un celeste mas claro y con muchos brotes-. trabaje muchísimo para lograr esta especie.. y aun me cuesta calificarla..- murmuro apenado rascándose la cabeza -. pero .. son mi especialidad.. rosas.. azules..
Al verlas su cuerpo de la misma sorpresa perdió toda su fuerza y cayo de rodillas al suelo, no pudiendo apartar la mirada de aquellas rosas, no era posible ver las Celestial Roses eran la especialidad de Alistar, no era posible que ese muchacho fuera el, pero eran demasiadas coincidencias por un día, sujeto su cabeza recordando que estando el moribundo, Alistar le sujetaba y le decía.
-"yo te protegeré no dejare que vuelvan a dejarte atrás"-.esas palabras siempre retumbaron en su cabeza, como martillazos, cada vez que se acordaba del milenio de plata.
-no se llaman así...-. Apretó los puños cogiendo un poco de tierra y desviando la mirada.- su nombre es Celestial Roses...y son de un lugar muy lejano...ya fue descubierta...pero no en este mundo...
Al ver que estaba diciendo lo que pensaba en voz alta giro su cabeza observando al universitario.
-uy, el móvil debe estar cargado...-.Se puso en pie como pudo y camino cojeando hasta la cocina para poder sujetar el móvil y llamar, necesitaba salir de hay, necesitaba que alguien le consolara en ese momento tan precario para su alma. Notaba como su alma gritaba a pleno pulmón.
Alistar se sorprendió por la reacción del muchacho y al verlo salir despavorido, lo siguió aunque confundido, se toco la frente escuchando en su mente aquel grito atronador que rogaba por que saliera de sus labios.
¡¡Amo Alphonse!!
podía ver sus ropas echas jirones y cubiertas de sangre.. corrían.. ellos dos iban al final .. una explosión.. y un chico rubio cayo mal herido a su lado.. un chico con el emblema de venus.. Alphonse trato de socorrerlo y entonces. Su sonrisa paternal , sus ojos brillantes y maduros cuando vio aquellas rosas por primera ves tras el castillo.. la forma dulce en la que le trataba...
Movió su cabeza.
- fue solo un hermoso sueño de niño- susurro bajo mirando el corredor por donde se había perdido el chico y siguiéndolo despacio , entrando a la cocina y apagando la tetera para servir el agua en dos tazas y poner las bolsistas de té.
- toma esto.. te vas a sentir mejor.. es una infusión echa con las plantas de este invernadero.. -
Hacia un buen rato que había desistido de llamar y estaba apoyado en la mesa que había en aquella cocina, al escuchar a aquel chico. Simplemente provoco una gran angustia en el, por que si era Alistar, estaba seguro que con esa edad ya tendría novia e incluso tendría planes para casarse.
-bueno ...gracias...-.Tomo la taza sin observarle a los ojos, no, no quería que pasara como con Val, el ya era suficiente sufrimiento. Ademas no soportaría que le dijera que le odiaba de nuevo, no, por nada del mundo.- olvida lo que dije, es una tontería, me lo saque de la manga...
Al menos si creía que era un mentiroso Alistar tendría una opción de vivir tranquilo.
-¿un manga?- Se sentó en la mesita con la taza entre sus manos pensativo.- haa debe ser de ahí jejejeje... es que me resulto familiar.. de niño solía fantasear mucho con castillos príncipes y princesa .. tanto que hasta soñaba con eso..
Suspiro y miro la lluvia por los ventanales del lugar
- aunque ahora mis padres sostienen que voy a casarme con alguna planta... jejeje... me presionan para que me empareje pero no me.. siento cómodo con nadie .. así que me resigne a ser un soltero de por vida..-Le guiño el ojo de forma tierna y suspiro volviendo a ver la lluvia.
- solo quiero proteger lo que amo...- murmuro despacio como en un transe y luego se quedo perdido mirando la lluvia.
Al escuchar esa frase, soltó la taza al tiempo que escuchaba un rayo caer cerca, si seguía a su lado, el pobre terminaría recordando y el no quería escuchar de nuevo esas palabras de odio salir de sus labios. Para nada, ya era suficiente sufrimiento con el suyo, como para que encima el recordara.
-Me tengo que ir...-.Sujeto la maleta y le devolvió el abrigo, para intentar huir cojeando, le daban miedo las tormentas pero era superior el pavor de que la persona amada, volviera a sufrir, por eso atravesó la puerta sin ni siquiera disculparse por la taza de te rota.
Se sobresalto al escuchar la taza rota, dejando la suya en la mesa.
- he.. no te preocupes deja que busque algo para..-Pero mas fue la sorpresa, cuando el chico le devolvió su abrigo y había salido huyendo despavorido.-hey ¡Al...espera aun llueve!
Tomo su paraguas y salio corriendo tras el chico en medio de la lluvia que parecía haberse desatado mas furiosa que antes y ahora se le sumaba un viento terrible y la inminente oscuridad del anochecer.
- Al!!-
No supo que era, si instinto o que rayos, pero le dio alcance enseguida , tomándole de la mano y dejando caer el paraguas abrazándole con fuerza, no notando la sorpresa de Alphonse frente aquel abrazo.
- deja...que te cuide- murmuro de nuevo en aquel trance - no me quites de tu lado amo...-
Alphonse no podía ni mover ni un solo musculo en ese momento sobre todo cuando escucho esas palabras, al levantar el rostro pudo ver el trance en el que estaba aquel chico, por lo que haciendo fuerzas se aparto de el. Y se vio obligado a algo, que estaba a lo mejor le sacaba de aquel estado, pero era eso o que la vida de Alistar le mirara continuamente con odio.
-¡estas loco!-.Grito y le observo a los ojos haciendo una buena mímica.-¡tu que eres!
Se giro para disponerse a ir notando las lagrimas salir de sus ojos, siendo disimuladas por la lluvia, los truenos ya no le molestaban, sin lugar a dudas esta seria la ultima vez que le vería.
-¡¡¡Aléjate de miiiiiiiii!!!
-¿he?-
Se echo hacia atrás asustado por los gritos del chico y confundido.. por que rayos ¿había echo eso?, había parecido un desgraciado pedo filo violador ...
- yo...-
Y por que las palabras del chiquillo le abrían el corazón como puñaladas, como si quisiera sentarse y acurrucarse en un rincón a llorar...
-no..-
Apenas su mente tuvo una fugaz imagen, de un niño acurrucado con sus ropas echas jirones golpeado y llorando, un niño de ojos rojos como los suyos pero de expresión quebrada..
-.....-
Se quedo en blanco dejando que el agua le empapase por completo apenas si viendo la espalda de aquel chico. Que corría para poder alejarse.
-...Al..-
Se giro despacio , aturdido por aquella imagen y entro al invernadero , notando el móvil del chico aun cargándose en la cocina...
- perdoname...-
Luego llamaría a algún contacto de los del chico y dejaría el móvil.. ahora solo pudo sentarse observando aun la taza humeante en la mesa...
Un hombre alto rubio le había envuelto exageradamente en muchas mantas y le ponía una taza en sus manos y el se sentía tan pequeño bajo aquel abrigo.. y tan maravillado por tenerle tan cerca por fin...
Volvió a salir de su transe , el te ya estaba frió y la noche había caído ya.
Había llegado a casa, pero para ese momento incluso la fiebre tenia, al ver a su madre en la puerta solo hipo y se abrazo a ella llorando. No comprendiendo que estaba pasando, Edward se asomo a la escalera y le observaba sorprendido por su reacción a la vez que preocupado.
-mama....-.La mujer beso su frente asustándose por la fiebre cogida por el menor, obligando a este a quitarse la ropa y a bañarse, para que se metiera en la cama corriendo, no quería pensar en el daño que había hecho, no quería sentirlo, pero la culpa le comenzaba a invadir, y el no podía hacer nada.
Continuara....
El que quiere proteger y no sabe que es protegido |
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