martes, 24 de abril de 2012

Ninfa

Príncipe Hisoka de Urano, con 7 años.
Dibujo hecho por Haruka
¡No lo soportaba!
En su interior quería escapar de aquel lugar, estaba harto de que su padre le siguiera tratando de esta manera. ¡No era tonto! y tampoco el querer escribir poesía era para inútiles. Fueron esas duras palabras la que consiguieron que el castaño, escapar de la presencia de su padre, le odiaba, ya que delante de todos había roto aquel regalo de cumpleaños que el le había terminado con todo su cariño.

Y eso que se esforzó en ello, pero para su padre el orgulloso Rey de Neptuno era insuficiente una poesía por parte de su hijo menor, y sin embargo, su hermana Michiru había tocado una melodía compuesta por ella misma y la habían aplaudido, era en ese momento cuando comprendía que su padre ya había elegido a su favorita.

Se sentó en la orilla de la playa, abrazando sus piernas enfurruñado en aquel lugar, estaba tan enfadado. Que por primera quiso desaparecer de su planeta, pero no podía irse, ¿o si?, y al alzar la vista pudo ver  aquel planeta, tan cercano al suyo, pero a la vez tan desconocido.

-¿quieres ir?- Le sorprendió una voz y al girar la cabeza, vio a un moreno de su misma edad sentarse a su lado, siendo seguido de cerca por aquel pequeño corcel que le seguía a todas partes, debido a aquel arduo viaje a través por los planetas del milenio de plata, alto que al moreno le encantaba, .

-Roy...si me voy padre se enfadara...-Respondió con una voz aun demasiado infantil, observo aquel hermoso planeta-. Si huyera me podrías llevar allí...

Señalo al planeta con el dedo y el de cabello negro sonrió al ver el verde y hermoso lugar al que se refería. Roy se levanto y estiro la mano asintiendo, para ayudar a su amigo a incorporarse y seguir al chico de ojos negros, el cual mientras preparaba al corcel, explicaba una serie de cosas.

-Escucha, Haruka es la princesa de ese planeta...-informo a Tsuzuki el cual se sorprendió- Urano es el bastión del milenio digamos que si caemos en combate, el seria el primera planeta en caer...

-Haruka-san es la princesa que te golpeo y te dejo inconsciente...- Roy observo al castaño, el cual sonrió de aquella manera infantil, al comprender que le había dado en un recuerdo que el moreno trataba de olvidar pero al notar aquella brisa marina acariciar su rostro, como si fuera un claro indicativo de que debía ir a aquel lugar-. Debe ser muy árido...

-no, de hecho este viento que notas viene de allí...- Termino de preparar a Loki, aun con las mejillas encendidas por recordar que una niña le tumbo de un solo puñetazo y al parecer Loki el joven corcel relincho como riéndose de el, pero a modo de venganza se subió repentino a la grupa del animal y  Tsuzuki parpadeo al ver aquella mano estirada para que el castaño se ayudase de ella para subir a la grupa de este sin perder tiempo al ver que su hermana corría hacia ellos.

-¡Tsuzuki!- Gritaba alterada al ver como el corcel comenzaba a volar, alejando a sendos niños del palacio-.¡Tsuzuki!

Pero oculto su rostro en la espalda del moreno, ya que estaba realmente enfadado y no quería ver a su hermana. Ya que sentía que Michiru era la única para su padre y necesitaba despejar su mente de esas malos pensamientos, llenos de pleno celos a su hermana.

En el reino de Urano.
Sus gentes parecían celebrar algo en la ciudad, al llegar a aquel lugar tuvieron que ocultar al hermoso corcel y pasearon por sus calles, que estaba llenas de malabaristas y hombres que echaban fuego por la boca, Tsuzuki estaba disfrutando de aquella fiesta, aceptando aquellos arianos, sabían como divertirse  y por un segundo solo recordó la pésima fiesta  de cumpleaños de su padre, y le frustraba aquella imagen.

Pero  el resplandor de unas pompas que caían del cielo con  luces pequeñas de diferentes colores que parecían anunciar algo importante a todos los habitantes, que observaba como su ciudad era  inundada por aquellas hermosas luces que terminaban desapareciendo al tocar el suelo, las trompetas sonaron anunciando que algo pasaba en el palacio y se pudo apreciar  en el balcón la que parecía ser la nueva soberana, una niña rubia la cual alzo el bastón con la gema esmeralda a modo de haberlo conseguido a través de una batalla ya que tenia toda la ropa sucia a pesar de que se suponía que era su coronación.

- oye Roy...- El moreno estaba comiendo una especial de carne y Tsuzuki sonrió-. ¿tiene que pelear por su reino?

-Quién dictamina si es digna reina de Urano, es lady Gaya, la guardiana principal de la Reina Serenity...- Roy observo todos los arañazos y heridas que la princesa de Urano tenia-. y parece que a sido una batalla bastante fuerte...

-Pero ella tiene nuestra edad...- señalando sorprendido al balcón-. Es normal que te dejara caos...

-¡¡oye deja de mencionar ese hecho!!- Grito el moreno ya un poco fastidiado por que el castaño se lo recordara tan seguido.

Al notar como todas los pueblerinos, repentinamente se silenciaban, al ver que la rubia carraspeaba para tratar de relajar aquel nerviosismo repentino, que invadió por un leve momento el cuerpo de la joven reina.

-En el día de hoy he conseguido el beneplácito de la benefactora que hasta hoy a reinado en Urano esperando que en algún momento yo pudiera aceptar la responsabilidad de cuidar, proteger y honrar hasta el día de mi muerte, al planeta que me vio nacer - Observo al interior de la sala y en el centro de aquella habitación oculto había una pequeña figura que estaba entre los brazos de la altiva mujer a la que había desafiado y a su lado, estaba el General de las fuerzas armadas de Urano, un platinado de altiva figura que le observaba de manera confiada sobre todo para poder darle seguridad-. Y anunció que mi hermano menor, el príncipe Hisoka Kurosaki, sera el nuevo guardián del reino comenzando su entrenamiento desde mañana, espero que disfrutéis de las celebraciones...

Haruka saludo como una reino imperante frente a su reino, giro su cuerpo para entrar hasta la habitación la cual fue cerrada al entrar Sephirote detrás, la cual al ver el menor temblor en la joven reina la sujeto por detrás.

-Ya acabo...- Le respondió a la pregunta muda, alzando la vista para poder ver a aquella mujer de cabello largos y rubios, que dejo ir a un pequeño rubio de ojos verdes que preocupado sujeto la mano de su hermana.- Alteza, estará bien, solo debe aceptar la energía del planeta como suya...

-pero one-san...- Al ver como la cargaba gentilmente entre sus brazos, el pequeño rubio se preocupo, ya que la palidez de la recién coronada reina-. Lady Gaya...yo se que one-san …

-Hisoka ve a empacar tus cosas, el camino del sacerdote guardián es duro...- El rubio observo a su tía enfurecido, era pequeño pero sabía cuando su hermana estaba mal por algo que no le pertenecía, y ese sentimiento le estaba matando, todos creían saber lo que su hermana sentía, camino detrás de aquellas criadas y al entrar a su habitación, ver todas esas criadas recogiendo sus ropas para meterlas en un baúl, uno que no correspondía al simple petate que llevaría a aquel lugar, árido, al que se suponía iba a recibir entrenamiento para ser un guerrero.

Al ver aquel fular de seda translúcida con adornos de esmeralda, regalado por su hermana mayor, ser guardado en un baúl que seguramente desaparecería de su habitación y del palacio, lo arrebato de aquella criada y salio corriendo con ella en brazos, sollozando, el estaba sintiendo el dolor que su hermana estaba notando por portar un poder tan enorme en su interior, el mismo poder que mato de locura a su madre.

-¡Hisoka!- Al escuchar la fuerte voz de aquella mujer, se detuvo en el pasillo de aquel castillo mirando al suelo-. ¡Te dije que te prepararas!¡Ve a tu habitación esas ropas no son buenas para tu entrenamiento!

- Gaya...- Escucho la voz suave de Sephirote, el cual observo al pequeño y lo que llevaba entre sus brazos-. Se un poco mas delicada con el, tiene solo siete años...

-Haruka comenzó su entrenamiento a los cinco años...- Señalo al niño bastante enfurecida-. Le has mimado demasiado, y debe ser ya un hombre, no esconderse detrás de las faldas de su hermana...
Al notar como le intentaba quitar aquello regalado por su hermana, simplemente alzo la mano para golpear la mano de aquella mujer. Y mirarla con fiereza, abrazando aquella seda entre sus pequeñas manos pero la altiva rubia no se detuvo, alzo la mano y golpeo la mejilla del menor que abrió los ojos y observo a aquella mujer a los ojos impactados.

-¡Te oído!- Grito severo del pequeño príncipe y en ese momento, un viento huracanado revoloteo alrededor de sendos adultos, mientras el menor comenzaba a correr para salir del palacio sin poder ser detenido.

El menor se interno en el bosque, donde sabía que nadie accedería., ya que era el único lugar donde podía escucharlo, tan claro y paciente, aparto algunas ramas de aquel inmenso bosque y pudo encontrarlo, un enorme edificio rodeado de enredaderas. Al notar algo de frió se coloco aquel velo de seda en su cabeza el cual cubría todo su cuerpo, y ante la vista de su pequeño secreto entro al edificio, admirando a su alrededor toda aquella naturaleza floreciente.

Cerro los ojos notando aquella leve brisa a su alrededor, y como luces brillantes rodeaban todo el lugar dando al jardín secreto, un ambiente mas cálido pero a pesar de ello, aun podía notar el sufrimiento de su hermana, por lo que al abrir los ojos alzo las sus pequeñas manos al cielo, moviendo los finos dedos como si tocara algún instrumentos, y siguiendo las luces, giro sobre si mismo siguiendo el ritmo de aquellas ninfas.

En un momento dado, junto las manos y se arrodillo, sorprendiéndose al ver en el centro de aquella sala una enorme gema que rotaba, nunca la había visto pero en su interior fue como si miles de sentimientos inundaran su cuerpo. Unos sentimientos agradables para el, cerro los ojos y suplico a aquel cristal.

-por favor, por favor, ayudad a mi hermana...ayudala...- Suplica incesante que el pequeño príncipe Hisoka, hacia a aquel olvidado cristal, que relucía como el brillante planeta Urano.- haré lo que me digas, pero ¡ella no  podrá soportar semejante peso en sus hombros!¡no puede ser guardián y sacerdotisa al mismo tiempo!¡por favor...!¡por favor...!

Noto como alguien rodeaba con sus brazos  el pequeño cuerpo del príncipe  y al levantar la vista, no pudo mas que llorar al ver en aquel lugar a su madre. La cual acaricio los suaves cabellos rubios, y beso su frente, sabía de sobra que su maltrato era producido por el sufrimiento de suplir el poder de Urano y ser guardián, justamente lo que le llevo a la tumba.

-Hisoka-chan...- Acaricio sus mejillas con suavidad, al alzar la vista pudo ver unos hombres con una daga acceder a aquel lugar-. huye...ahora...

El rubio se puso de pie al ver que corrían hacia el, solo alzo las manos consiguiendo que el viento le volviera a proteger, lo suficiente para correr, bajar las desaparecidas escaleras e internarse en aquel bosque, para tratar de huir era como si el bosque le comprendiera, ya que apartaba las ramas que podían dañarlo para ponerlas delante de aquellos hombres que le seguían de cerca. En cierto momento, Hisoka, tropezó y cayó al suelo notando que la sandalia que llevaba, se había roto provocando que su tobillo se torciera.

-Ya eres nuestro...

Escucho la voz de aquel hombre, y cerro los ojos fuertemente arrastrándose para intentar huir, pero el hombre que portaba la mascara sujeto su brazo y alzo la daga, para tratar de asesinar al pequeño. Y un quejido por parte de ellos fue lo primero que escucho, al abrir los ojos, parpadeo al ver que el hombre miraba hacia un lugar preciso.

- Que injusto ir contra una hermosa niña...- El que apareció era un niño de cabellos negros y ojos del mismo color, que llevaba una espada encima de su hombro mientras con la otra mano jugaba con unas piedras que seguramente había cogido del suelo.

- Dos contra uno que cruel...- Escucho a un muchacho castaño que tenia otra espada, sus ojos malvas le impresionaron tanto que no pudo evitar sonrojarse.

-dos niños que pueden hacer contra nosotros...

Era extraño pero aquellos dos chicos, llevaban el emblema de Marte y neptuno en sus vestimentas, el uniforme militar del moreno era de color azul, y tenia una pequeña chaqueta y una capa de color negra, sus ojos negros resplandecían con el fuego del planeta al que pertenecía, y lo pudo ver al ver como con un simple movimiento de aquella espada, a uno de esos asesinos, lo dejo en cuestión de segundos fuera de combate.

El castaño, al ver como el segundo asesino trataba de cogerle como rehén sacando una velocidad, lo cargo y lo aparto de aquel hombre. Hisoka había cerrado los ojos con miedo, estaba asustado.

-¿Estas bien? Ninfa-san...- Al escuchar esa voz abrió los ojos y se sonrojo aun mas al poder ver de cerca aquella hermosa y tranquila mirada violeta, y asintió acurrucándose junto aquel niño que le había salvado la vida.

-¡te matare!- Escucho gritar a aquel hombre, pudo notar como el castaño le ponía en el suelo, sujetando su cintura con fuerza, para alzar su espada y con un mero movimiento hacer que aquel hombre fuera derribado y derrotado por una magia que el jamas había visto, era como si la simple naturaleza estuviera también con aquel niño.

-Tsuzuki has tardado demasiado...- Escucho al moreno que se acerco a ellos, con la espada encima de los hombros, sujeto su mano y beso esta con dulzura-. Sentimos haber espiado Ninfa-san...pero estabais tan hermosa danzando en aquella gran sala, que no queríamos interrumpir...

-Roy...- El castaño tenia un leve tic en la ceja y suspiro soltando a Hisoka, que solo observo a aquellos dos al notar que habían pensando que el era una ninfa-. Disculpa lo es que se golpeo la cabeza al nacer...

-¡que has dicho!- Grito el moreno sujetando las mejillas de Tsuzuki, estirándoselas como si fuera chicle-. Tu eres el que necesita que te recuerden... cual es tu lugar...

-g..ra..cias...- Sendos niños le observaron, y al ver aquella sonrisa dedicada, ambos se sonrojaron. -p..ero..

Al notar aquella presencia, giro su cuerpo y pudo ver a la que era su madre apoyada en un árbol y asintiendo, giro su cuerpo y siguió a esta hasta aquel edificio de nuevo, no notando que era seguido por sus salvadores, al subir la escalera y ver el espíritu de su madre en medio de aquel lugar. Se arrodillo y miro al suelo, pensativo notando los elementos que le rodeaban aun mas fuerte que antes

-oye...creo que deberíamos irnos...- insistió Roy, tratando de apartar al castaño que se quedo en la puerta observando-. Ella esta bien...ya...

- Tu crees...- Tsuzuki observo a la pequeña, que mantenia la cabeza agachada, parecia preocupada por algo.

- Hisoka...- Se arrodillo delante del menor y sujeto con sus dos manos aquel rostro, la mujer trataba de comprender los pensamientos del niño.- ¡no puedes hacer eso!

-¡one-san morirá!

Roy entonces parpadeo sorprendió y señalo al rubio menor, que se puso de pie y alzo las manos hacia el cristal, la luz de este empezó a expandirse por todo aquel lugar olvidado, en sus ojos verdes estaba implantada el ferviente deseo de salvar a su hermana de un cruel destino. Aquel espíritu se arrodillo a espalda de su hijo y le abrazo.

-La leve empatía se elevara de tal manera que querrás morir...- Susurro a su oído y el rubio asintió-. no podrás ser tocado, ni amado por siempre, estarás solo en esto...

-¡one-san no se merece morir!- Tsuzuki escucho esas palabras, y al ver como el espiritu desaparecía para ver como el pequeño recibía aquel poder, impactando en aquel pequeño cuerpo que cayó de rodillas al suelo-. ¡no me arrepiento!-. Se abrazo a su mismo sollozando al notar todas esas voces a su alrededor-. ¡no me arrepiento madre!, ¡yo no amare y solo conoceré soledad! pero al menos, al menos ¡one-san podrá amar a Sephirote-sama!

El castaño al escuchar esas palabras, se conmovió tanto que se arrodillo a su lado y al verlo sudar intentando controlar toda aquella habilidad que le hacia sentir todos los sentimientos, no pudo evitar sentir adoración por el, una frágil cuerpo pero tan hermoso a sus ojos, y al mismo tiempo tan fuerte.

-Yo te amare...- Al escuchar esas palabras el rubio le observo de reojo, estaba al punto del colapso y al ver como apoyaba sus manos en el suelo-. ¡Te amare!¡Te lo juró!¡te quiero!

Hisoka perdió el conocimiento en ese momento, notando como la oscuridad le invadía, pero esas palabras dichas por aquel castaño misterioso, por alguna razón le ayudaron a estar un poco mas en paz, pero al despertar  observo a su alrededor reconociendo aquel lugar estaba en su habitación, le dolía mucho la cabeza.

-¿Qué?- Sujeto esta con dos manos su cabeza, queriendo que todas las voces que escuchaba en su interior se callaran y repentinamente, eso fue lo que paso al escuchar la puerta abrirse y entrar Sephirote y su hermana-. one-san...Sephirote-sama...

-Hisoka ¿por que?- El menor noto los sentimientos de su hermano y apretó la sabana-. No era Tu responsabilidad...

-one-san... no se de que estas hablando, me me duele la cabeza...

La rubia se cruzo de brazos y bufo enfurruñada, al notar que su hermano no recordaba lo que había hecho. Pero por alguna razón se acerco y acaricio su frente para tratar de relajar aquel dolor de cabeza con un gesto cariñoso, Sephirote permanecía en silencio. Camino hasta la ventana y observo el planeta Neptuno.

En el cual Tsuzuki era reprendido por su severo padre.
Tenia la mejilla hinchada e inflamada, debido a la bofetada que recién su padre le había dado. pero a pesar de ello, no podía dejar de sonreír, aun acordándose de aquel pequeño que en el templo de Urano, había rogado por la vida de su hermana sin tener en cuenta la suya propia.

-¡ya basta!- Grito aquella femenina voz y pudo notar los brazos de su hermana a su alrededor-.¡padre tu tuviste la culpa de que huyera!¡rompiste su regalo delante de todo los nobles!

-one-san...

Al ver que ella también recibía una bofetada por parte de su padre, se enfureció, y observo a este para alzar la espada por primera vez contra su padre. Este sorprendido por dicho acto se cruzo de brazos, fue cuando noto un tirón de orejas por parte de Nereida, la esposa y Reina de aquel noble rey.

-Tu tuviste la culpa...- Señalo la mujer tirando aun mas fuerte de la oreja de aquel hombre.- Además deberías de estar orgulloso...
-¿por que? -La mujer puso una carta con el emblema real de Urano, y el hombre parpadeo sorprendido y observo a su hijo para seguir leyendo las suaves letras de aquel papel. En el que ponía, que gracias a la intervención de Tsuzuki, el príncipe Hisoka estaba con vida, ya que le salvo de un intento de asesinato por uno de los grupos radicales del reino de Urano-.Vaya parece que tu inoportuna visita a Urano, aprovechaste para lucirte...

-¡tengo una peticion!- El hombre dio un sobresalto al escuchar el grito de su hijo y al ver aquellos ojos purpuras como los de su esposa-. quiero pedir la mano del príncipe Hisoka...

-Tsuzuki...- Comenzó con un tic en la ceja-. El es un chico...

-¡¡aaaaaauuuhhh!!- Se abrazo a su hermano menor Michiru, acariciando los cabellos castaños-. te has enamorado que mono...

- Tsuzuki sabes que es empata...- El castaño asintió ante la información de su madre, esta solo suspiro y observo a su esposa, el cual se rasco el tabique de la nariz-. Cariño...

-Sera mejor que empieces a hablar con ese príncipe...

Tsuzuki hizo el saludo militar y se retiro de la sala del trono seguida por su hermana mayor. Al salir el moreno apoyado a uno de los lados de la puerta, observo a aquel castaño que en ese momento estaba dando saltos de alegría por todo el pasillo, haciendo que Roy se arrepintiera de conocer a semejante príncipe.

- a si que tu padre te ha dado permiso...- Dijo lanzando una piedra contra  la orilla de aquel palacete, Michiru estaba mirando el planeta Urano-. pues a haber como se lo explicas, ya escuchaste a Sephirote-san, puede que perdiera la memoria de todo lo sucedido ese día, debido al poder recibido...

- lo había olvidado...- Dijo mirando a la arena.- ¡que puedo hacer!-. Movió las manos de manera infantil.

-Sencillo...- Escucho a su hermana mayor, la cual movió el dedo-. Tsuzuki, eres bueno escribiendo poesía y hay algo que puede hacer que su corazón se mueva por ti, escribe cartas...

El castaño sonrió y asintió, observando aquel planeta del cual había confirmado que el cariñoso viento que media las olas de Neptuno, pertenecía aquel planeta. Hisoka observaba a través del cristal, la cristalina agua de lluvia que aquel día comenzó a caer, aun se sentía un poco débil y su hermana median amente le había explicado que era el nuevo sacerdote de Urano y que debería de entrenar en las mediaciones del renovado templo de Urano.

- Alteza...- La doncella entro con cierto respeto e inclino la cabeza, aquel día llevaba el velo de seda y una diadema que su maestro le había obligado a llevar para poder descansar, pero eso no evitaba que todas las doncellas de palacio se sintieran un poco inquietas-. Ha recibido una carta....

-Para mi...- Se sorprendió, por que desde que comienzo con su entrenamiento nadie quería acercarse a el, solo Haruka y Sephirote consolaban aquella repentina soledad, la doncella dejo la carta encima de la mesa y se retiro de la habitación de Hisoka, el cual se levanto y camino para sujetarla.

Solo al tocarla un leve rubor en sus mejillas comienzo a invadirle al leer en el sobre, con suavidad abrió la carta para tener que sentarse en el suelo. Sujetando su pecho al notar en aquellas letras unos hermosos sentimientos que le dejaban casi anulado, desde donde estaba observo las primeras.

Golondrina Hisoka:

Hermosa Ninfa del templo de Urano,  cuyos cabellos tan suaves y delicados me confundieron, ojos tan verdes como los bosques que rodea al planeta del que precedes. ¡Te amo!, y no puedo evitarlo, pienso que ahora mismo estas intentando averiguar quien soy, pero golondrina no hagas esfuerzos.

Solo puedo decirte que te lo prometí, pero no solo por que fuera una promesa, ver aquella valentía, una tan feroz como la de esos animales que llaman leones, lo confieso me he enamorado de ti. Me tienes perdido ante tu pureza y delicadeza.

Sabes, quiero dedicarte una poesia, a mi golondrina querida.

Tus alas estaban alzadas
Disfrutando, ninfa hermosa
De talento virtuoso
Una danza bella

Estabas en paz
y tu libertad era plena
yo presencie el momento
si, aquel critico lugar

donde renunciaste
con piadosas palabras a tu libertad
te admiro, te adoro, te quiero
Por ser meramente tu
El que a roto mis cadenas
El que amo y deseo
Eternamente tuyo

Tsuzuki de Neptuno

Hisoka notaba sus mejillas rojas y abrazo la hoja de papel contra su pecho, no pudiendo contener las lágrimas de felicidad. Aquellas palabras que provocaron aquel sentimiento tan hermoso en su interior, se levanto del suelo y fue al escritorio, para tratar de escribir una respuesta.

Haruka se asomo un poco por la puerta, sonriendo al ver a su hermano concentrado en escribir, cerro la puerta y sujetando el comunicador entre sus manos.

-Michiru...gracias dile a Tsuzuki que pronto tendra respuesta...-. Tomo algo de aire.- ¡y que trate de controlar sus sentimientos! mi hermano se a mareado...

-Si le dare tu mensaje...y no grites Haruka...

Sendas hermanas velaban por lo sentimientos puros de sus hermanos menores, hasta que un día ellos dos al fin pudieran reunirse. Ellas podrían cuidar por aquel hermoso amor que por años, duraría, o puede que incluso mas.

Fin.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Cronicas del Milenio , Pasado: Cap 1 El Conde del Planeta del Fuego


Para un habitante de Marte, el cementerio era sagrado ¿ por que? porque ahi reposaban los cuerpos de los valientes guerreros de antaño, cada uno descansando con orgullo despues de haber dado la ultima batalla.

Pero tambien habia tristes historias detras de cada lapida...y él estaba sentado junto a una especialmente triste.. una historia de amor no contada.. ni finalizada..

Suspiro y arreglo las rosas rojas sobre la tumba de su amado prometido, y acaricio con ternura el marmol negro con incrustaciones de rubi que el mismo habia mandado a hacer...

- Loki ya es un potro echo y derecho...- comento como si aquella piedra pudiera oirle- tendrias que verlo.. negro como el azabache y sus ojos son como rubies.. lo adoro.. recuerdo cuando le montabamos de potrillo.. apenas si podia con el peso de los dos .. ahora puede llevar tres personas sin esfuerzo.. es un gran corcel.. -

Sonrio con ternura, como si pudiera ver la dulce sonrriza y los ojos brillantes llenos de ternura de aquel niño su pequeño cielo...

- solo cuando entra en sus primaveras no me deja montarlo.. le dejo libre que sea feliz.. espero que un día no me venga con una camada de potrillos.. jeje.. aunque ahora que lo pienso.. quiero regalarle un potrillo de la misma raza que Loki a Alistar... y otro a Sebástian-

Dejo aparte un ramo de rosas azules

- las cultivo el mismo.. ¿te imaginas? rosas azules en marte.. hacen un hermoso contraste con nuestro cielo rojo ... supongo que el echo que quizas el principe que le roba el aliento sea del planeta mercurio y todo alli sea azul ha influido en que se decida cultivar esas extrañas flores.. -

Arreglo los ramos de flores con ternura mientras pensaba en el pasado, y como le gustaria volver a encontrarse con el...

- te extraño... y no volvere a visitiarte en un tiempo... debo viajar a Urano en un encargo diplomatico-

Se permitio un tenue nublado en sus ojos y una extraña humedad en su mejilla , los debiles solian llamarlo .. lagrimas...

-... te amo...- susurro antes de ponerse de pie y secarse aquella humedad de sus mejillas, poniendose la capa de su uniforme y disponiendose a marchar hacia el planeta de los vientos.

El conde del planeta del fuego, se refugiaba bajo una coraza de orgullo inquebrantable, un hombre que había amado con intensidad de mil soles y lo había perdido todo...

domingo, 5 de febrero de 2012

Crónicas del Milenio: Júpiter y Saturno, amor desde la más tierna Edad

Aquel día había sido bastante más agitado de lo que se hubiera esperado jamás. Lo que le causaba algo de gracia a pesar del momento de tensión que había pasado. Una riza profunda salió de los masculinos labios del monarca de piel morena mientras miraba por su ventana el cielo y las fuertes ramas de los árboles de palacio. Nadie le podría haber aventurado lo que había sucedido aquel día ni menos lo que seguiría pasando en el futuro con lo que se había puesto en marcha.

Un par de golpecitos en la puerta llamaron su atención que había estado ligeramente dispersa, antes de oír esa voz que conocía tan bien. Solo dio permiso para ver a los segundos la delgada y sana figura de su hijo, aquel pequeño príncipe inquieto, espontáneo y querido.

El que había causado casi un cataclismo ese mismo día.

- ¿Padre? – podía notarse esa mirada prevenida de cachorro, aunque con la firmeza de la sangre noble en sus venas. Esa mezcla que al propio rey enorgullecía tanto y le robaba una sonrisa cada vez que lo veía.

Zeus lo observó benevolente antes de hacerle un gesto con su mano para que se acercara y así le sonrió cundo esos pasitos se apresuraron a su encuentro, rodeando el escritorio que tenia el mayor. El pequeño moreno observaba atento a su padre con esos grandes ojos azules reflejando como unas lagunas los ambarinos de su progenitor.

- Ven Aquí – dijo tomándolo en brazos para que se sentara en sus piernas. – Vaya día hemos tenido… - comento divertido ante esa mirada curiosa.

- ¿Acaso hice algo mal? – preguntó con ese gesto de seriedad que parecía impropio de ese pequeño cuerpecito. Por lo que le acarició esa cabecita de lacios y largos cabellos negros.


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No era precisamente inusual las visitas y reuniones entre los Reyes del sistema solar, más aún siendo Júpiter el ultimo del sistema solar interior y Saturno el primero del sistema sola exterior, las conversaciones y revisiones de la tranquilidad frente a cualquier problema eran continuas. Generalmente por mero protocolo y para comparecer en algunas opiniones que se tenían.

Lo diferente en esta ocasión era que por primera vez el príncipe de Saturno, Alexis, iría con su padre a la visita. Por ello Zeus le había encargado especialmente a su hijo que le mostrar los alrededores de Titania, los jardines y el lago cercano. Era conocido en los reinos la dificultad de aquel pequeño para controlar su poder y con ello la inevitable soledad que le rodeaba, pero creía que esa sería una buena oportunidad para que sociabilizaran, algún día el futuro de sus pueblos estarían en manos de esos niños.

No se hubiera esperado que una vez Maximilian viera a Alexis entre el comité, adoptara un pequeño sonrojo y esa expresión de fascinación que nunca había visto antes. Aquello solo había sido el principio de ese día.

El Rey de Amazonía había tenido que convencer con amabilidad, que los niños pudieran quedar libres. Recién tenían nueve años para involucrarse en política, además era bueno que conocieran a a la gente de sus vecinos. Que el joven Saturniano conociera el modo de vida de los jupiterianos podría ser bueno en su educación, aunque claro estaba seguro de que aquello sería entre juegos de los niños y muchas rizas... el mejor modo en que un niño podía aprender.

El par de infantes no tardó en irse por su cuenta, mientras los adultos debían seguir con sus deberes. Max le había convencido de que se acercara a él para que fueran a ver a una manada de lobos que eran amigos del príncipe de piel morena. De aquel modo y con su característica amabilidad se fue acercando a aquel niño tan lindo, a ese que tenía esa mirada que tanto le llamaba la atención. Tomándole de la mano en algunas ocasiones para guiarlo por lo árboles para treparlos. Llevándolo a los campos frutales para ir a buscar algunas cosas de comer, donde el jugo de aquellos frutos corría por esas lozanas pieles inocentes con la normalidad de cualquier otro niño.

Le mostraba la belleza de la vida simple, de lo que tenían allí y la compañía grata de los animales y aves, por horas y horas, con el viento y el sol como compañías ineludibles. Sintiendo el joven príncipe de ojos aguamarina como su pecho se hinchaba de felicidad al poder pasar ese tiempo con él, deseando que el día nunca terminara. Alex era demasiado especial, con sus pocos añitos podía verlo entre esa mirada que podría parecer algo temerosa por sus propias capacidades aún sin control. Aquello mismo que le hacia desear poder cuidarlo y estar con él, pero las horas habían terminado y era necesario regresar al palacio para asearse. Probablemente los nobles de saturno se habían sorprendido de ver a su príncipe tan sucio por la compañía de aquel pequeño salvaje.

Y claramente esa no sería la única sorpresa de ese día. A la hora de despedirse y en medio de la charla de los adultos, como si nadie más los fuera a escuchar… o más bien como si no importara que nadie más los pudiera oír Max habló con total seguridad.

- ¿Te quieres casar conmigo cuando seamos más grandes? – Pregunto directo y con un pequeñísimo sonrojo antes de respirar profundo frente a la mirada impresionada de todos los adultos presentes y él por su parte sin enterarse de que había algunos con claros indicios de que se desmayarían en cualquier momento – Padre dice que cuando uno quiere mucho a alguien y desea compartir toda su vida con esa persona, pues se casan.

La mirada de Alexis se mostraba claramente sorprendida y con algo de incomprensión, había inclinado ligeramente su carita a un lado, como si algo allí no calzara.

- Pues mi padre dice que cuando alguien me bese en los labios será porque se quiere casar conmigo – respondió muy serio con esa carita de duda por lo que había acabado de escuchar - ¿así que lo dices en serio? – preguntó con esos intensos ojos clavados en los del otro niño que pareció sorprendido por aquella revelación.

- Ya veo… - susurró antes de acortar el espacio que los separaba de unos pocos pasos dejándole un tierno y suave beso sobre los labios a aquel niño tan especial, solo un roce casto y dulce, que para los mayores no tenía comparación y los hacía ver todo aquello como lo más surrealista que podía haber - ¿Entonces me darás una oportunidad para poder casarnos cuando seamos grandes? -volvió a preguntar directamente.

El gran señor Hades estaba que se moría de la impresión y a Zeus todo aquello lo había tomado tan por sorpresa que no podía dejar de mirar a esos pequeñines como si fuera alguna clase de sueño bizarro.

- Sí – respondió aquel pequeño pelinegro de pálida piel, con las mejillitas un poco sonrojadas mirando con esos ojos inocentes y calidos.


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- No, no hiciste nada malo, pero son muy pequeños aún – dijo el monarca abrazándolo contra su pecho, acariciando esas suaves hebras de cabello – sigan siendo amigos mientras crecen y ya podrán ver cuando sean más grandes.

- Vale… - susurró mirando por la ventana al cielo en esa dirección que sabía estaría el reino del que era su prometido desde ese mismo día. Para que después de algunos segundos de silencio se reincorporara para poder ver a su padre a la cara - ¿Cuándo lo podré ver de nuevo? -

No era como si se pudiera tomar en serio lo que había pasado aquel día. Solo comprendía que el príncipe de Saturno había causado una impresión en su joven hijo. Demasiado joven aún como para entender a cabalidad lo que había estado proponiendo ese mismo día. Deseaba ver que iba planteando el tiempo con ellos, después de todo eso no podía ser siquiera un enamoramiento infantil. Eran demasiado pequeños aún.

Nadie imaginaría que con el tiempo que transcurriría y a penas con quince años cada uno, ambos príncipes se pararían frente a sus padres para anunciarles que “se casarían después de esos años de compromiso”. Completamente seguros del amor que sentían el uno por el otro.



Nota: Material Aportado por Lissette Parra

sábado, 4 de febrero de 2012

Cronicas del Presente Cap 2: Despertar de los Guerreros Venus, Luna , Urano y Neptuno

Tsuzuki Asato estaba sentado en una cafeteria, recien llegaba , como todos los viernes, a su cita con su mejor amigo, Roy Mustang, jefe de la policía de la ciudad y que aparentemente tenia que usar de urgencia el baño, ya que le dejo solo, frente a una taza de café a medio tomar y él con su té de duraznos y tarta de cerezas.

Entonces un grupillo de cuatro chicos, los cuatros alumnos suyos entró al lugar, a los cuales observó desde su lugar, porque entre ellos estana Kurosaki Hisoka, el chico más hermoso del mundo, con esos hermosos ojos esmeraldas y esa sonrisa tímida que le enloquesian de amor y culpa, puesto que era su alumno y por lo tanto, intocable , inalcanzable para el humilde profesor de arte.

De repente, mientras los chicos se sentaban y charlaban, el ambiente se volvió pesado, una energía negativa les rodeaba y eso hacia estremecer al mayor de ojos amatistas cuando de golpe un ruido le hizo salir de sus pensamientos...

Hisoka por alguna razon sujeto la carta de pasteles y se la lanzo al camarero a la cara, para levantarse y señalarle, no dandose cuenta que a su alrededor las personas que les rodeaban le miraban con atención.

-tu...no me engañaras criado del negaverso...-.Escupiio esas palabras sin ser cosciente de lo que en realidad decia, simplemente sorprendiendo a los presentes como sin con aquel gesto se deshiciera de aquella sensacion tan extraña, pero parpadeo al ver que todos lo observaban, por lo que se sento sonrojado y mirando a sus piernas.- lo..lo siento...

No comprendia que le habia pasado, solo sabia que por un segundo estaba seguro que aquel hombre no era humano.
Por otro lado Edward al notar la repentina confusión de Hisoka, se puso de pie, haciendo que todas las personas posaran sus miradas en él.

-y al ser del negaverso ¡ tráenos unas tartaletas de fresa!¡de lo mejor de tu casa! ¡y rapidito!-.Todos los que estaban en el local comenzaron a reir.- para hacer el ridiculo solo hace falta reirse de uno mismo...-.Dijo sonriendo a Hisoka, el cual parecia más preocupado en mirar a su alrededor que en poder intentar explicar que le habia pasado de repente.

Valentine por otro lado, parecía sorprendido por el accionar de su amigo, pero rápidamente se sumó a la pantomima que estaban haciendo, fingiendo que sus amigos solo ensayaban una obra.

- te , pastel de manzanas, uno de melocoton.. uno de fresas y un batido de chocolate si? - le dijo al camarero con serenidad - lamento el mal entendido...-


Todo parecia calmado hasta que una familiar mirada amatista le helo la sangre y estaba seguro que su sorpresa no seria tan impactante como la de Hisoka...

- Pro.. Profesor Asato jejejejejejeje...-

Tsuzuki Asato los miraba de una mesa cercana con los ojos purpura como platos y cara de no cree lo que habia visto.

- joder.. en la que nos metimos...- murmuró mientras Hisoka comenzaba a darse cabezazos leves contra la mesa, debido a la vergüenza que habia pasado segundos atrás

-por que de todos los lugares el tiene que venir aqui...-.susurro muy bajo el joven japonés, lo suficiente para que Val le escuchara.- maldita sea, no puede estar pasandome esto...-

Yue se removía incomodo dándole palmaditas en el hombro para que dejara de preocuparse pero sin saber que decir mirando suplicante a Edwar y este parpadeó sorprendido por como Hisoka comenzó a comportarse, observo al profesor Asato y se levanto, para acercarse a el.

-Asato-sensei....ha venido a relajarse, nunca se ve a un adulto comer dulces...-.Puso sus manos detrás de su cuerpo y sonrió como siempre hacia a las personas adultas, dandole esa falsa inocencia de la que en realidad no era su personalidad. Pero queria averiguar mas cosas de las personas que le rodeaban.

El profesor le sonrió de forma cálida, como siempre solía hacerlo con sus alumnos.
- me gusta mas cuando sonries de forma natural Edward -

Claro que conocia al niño aleman, a su hermano y la forma en la que sonreia cuando charlaba con Tsukishiro.

- ha esto.. si me gustan las cosas dulces, pero como tengo poco tiempo para cosinar, solo me quedan los ratos libres para darme un gusto.. habia venido con un viejo amigo.. pero parece que no saldra del baño...- suspiro resignado

- ¿les molesta si me siento con ustedes?-

Aquel impulso.. de donde habia salido y mas se srprendio al ver al chico platinado moverse para darle espacio con una sonrisa y luego miro a Kurosaki darse la cabeza contra la mesa, a pesar que Valentine trataba de darle animos con cara de haber metido la pata hasta el fondo.

- Kurosaki vas a darte una jaqueca si sigues asi...- dijo suave y dulce - no es tan malo no saberse la letra.. solo debes relajarte-

Y por que seguia insistiendo con la farsa del teatro?


Los chicos rieron felices mientras el profesor se sentaba con ellos y su tarta de cerezas, no sabía por que se sentía tan bien estando con los chicos de esa manera, y por sobre todas las cosas, le traia esa hermosa sensación familiar y cálida.

Edward que aun no se había sentado empezó a sentir una extraña presión que le dejo en el suelo, mientras los clientes del lugar caian en un profundo sopor

-¿que esta pasando?-.Sus ojos pesaban en ese momento, y observo a su alrededor, intentado arrastrarse pero notando un peso extra en su espalda, al girar su rostro pudo ver una forma amorfa de uno de los camareros que poco a poco iba cambiando terrorificamente.

- es raro ver a gente que conoce el negaverso, a menos que seáis para de esas estúpidas Senshi-.La presión del pie en la espalda de Edward, hizo que se quejara un poco.- Y si no lo soy lo siento moriréis en este lugar-

Tsuzuki habia empezado a adormecerse de repente, todas las personas del lugar caían inconsientes a su alrededor y el sería el siguiente...

Y algo muy adentro de el grito: despierta!!!!

Abrió sus ojos purpura para ver como los demas concurrentes se habian desmayado y las puertas del local subitamente quedaron selladas ... estaban encerrados..

- que?!-

se puso de pie cuando una de las meseras empezo a ... desfigurarse.. su piel cambiaba de color y soltaba un chillido atroz, sin dejarle reaccionar cuando le golpeó y le estrello¡ó al otro lado del mostrador.

Aturdido y jadeando se levantó, tanteando hasta dar con un paraguas que enarbolo con gracia y repelio los golpes de aquella cosa...

A pesar que el nunca habia practicado esgrima o algun arte parecido...

- que rayos!! alejate de el!!!-

Se lanzo contra otra de las meseras moustros una que estaba por atacar a Hisoka por la espalda y la derribo clavandole la punta del paraguas en el ojo sin piedad con una fiereza impropia de el...

NADIE tocaba a Hisoka....


- que.. esta pasando...-

Miro a la mujer ponerse de pie, con medio craneo reventado y dispuesta a pelear de nuevo...

- no.. estas... estas cosas no son humanas...-

- Y hasta ahora reaciona profesor!!?-

Valentine estaba suspendido en el aire, el mesero que les había atendido antes le sostenía en el aire del cuello y el rubio apenas podía respirar, cuando al igual que el profesor, fue arrojado contra unas mesas y ahi quedo, bajo las astillas de madera y metal.

-que.. arggg...-

Salió arrastrándose como pudo jadeando y dando ágiles saltos por todos lados, esquivando unos brazos que terminaban como cuchillas,el rubio se movía rápido, como si su cuerpo no pesara nada, y sus reflejos parecian los de un felino ..


- estas.. esto.. rayos!!-

Se colgó de unas cadenas y las arrancó en su intento de escapar.. pero por reflejo las lanzó enredando los brazocuchillas y jalando para inutilizarlos...

- genial!... waaaaaaa..-

Otro camarero se le lanzó encima y volvió a repelerlo con la cadena aunque termino aterrizando al lado de Edward ...

- esto.. que rayos son estas cosas?!-


Yue cayo a su lado semiconciente luego de que una de esas cosas le golpeara con fuerza en la cabeza cuando trató de ayudar a Edward... y el solo podia mirar... entonces algo.. algo nacio en su pecho....

Esto lo viví antes...

Una maligna le tomo del cuello y su frente empezó a brillar el símbolo de venus se formo en su frente....

Ayudalos...

La voz de una mujer se dejó escuchar en su mente...

¿cómo?....


Una rosa apareció en su mano, era de un naranja intenso que se convirtió en un cristal......

Fue instinto, la luz naranja lo envolvió y un haz de luz destruyo a la maligna.. alzandose asi el guerrero Venus.


- Soy el guerrero que lucha en nombre del amor, El Príncipe venusiano Valentine del castillo Eros, soy Guerrero Venus!!_

Hizo toda una pose extraña, por no decir afeminada y lanzó un besito al aire, besito que hiso estallar a otra camarera...

- ja! sabia que mis besos eran letales muak!- volvió a lanzar otro y otra humanoide salió despedida por los aires...


Yue se arrastraba despacio , había caído semiconsciente cuando aquellas cosas atacaron a sus amigos...

-Edd..-

Haciendo acopio de todas sus fuerzas derribó al sujeto que atacaba a Edwars y cayó al suelo ahogándose y arrastrandose su energia volvia a su cuerpo y la luna que brillaba en su frente emitio una luz intensa...

... el Milenio...

Imagnes pasaron por su cabeza, confusas y cuando abrió los ojos en sus manos habia una rosa hecha de diamante...

- esto.. es..-

Una voz en su cabeza hablo, era la voz de un hombre sereno.. calmo.. y paternal..


Salva a tus amigos... levanta el cristal invoca el poder de la luna y salvalos...


Como un reflejo, Yue levanto la rosa de diamante y cerro los ojos cuando los abrió un segundo después, sus ropas habian cambiado a un uniforme blanco con el emblema de la luna, una capa blanca y violacea colgaba de sus hombros y una espada de plata pura de su cinturon...

Miro a Edward y saco su espada.

- Soy el príncipe selenita Yue, del palacio del Milenio de Plata el guerrero de la paz y la purificación, rindete en nombre de la luna!-


El Guerrero de la Luna habia despertado, sacando su espada y arremetiendo un una habilidad extraña en el chico chino, mientras que Hisoka se alzaba en un trance parecido, sus recuerdos volvían, el milenio, los guerreros, el maestro Sephirot, su hermana, la reina Haruka...

Una luz azulina lo envolvió y al segundo Hisoka había despertado también..

- Soy el príncipe y sacerdote uraniense Hisoka del castillo Gaia! guerrero de los vientos y la naturaleza..-

-ne-san...-.Nunca había tenido una hermana pero esa ilusión que se le había presentado y le tocó la frente, revelándole muchos secretos y entre ellos algo que jamas esperaría, un poder que podía ayudar a sus amigos a salvarles la vida.- urano...mi planeta natal, guerrero del milenio de plata, con el poder de la naturaleza te imploro ayudar a mis amigos...

De las pocas macetas colgadas, montones de raíces salieron enredaron a todas aquellas criaturas, Hisoka juntó las manos y observó a su alrededor. Era un poder añorado por siglos, al ver a Tsuzuki sonrió y siguió rezando para al menos darles margen a que ellos escaparan de un infeliz final.

-Hisoka!- el profesor aun usaba un paraguas como arma contra aquellas cosas pero el poder desatado por el chico le separo del menor y le arrojó contra otro camarero que no dudo en atraparlo con sus brazos y estrujarle hasta hacer peligrar sus huesos...

-Hi...Hisoka...-


Yo siempre voy a cuidarte... siempre...

Algo empezo a brillar en la frente de Tsuzuki.. algo de un color aguamarina intenso... y una columna de agua azul le envolvio destruyendo a aquel ser...

Cuando la columna bajó, Tsuzuki estaba como en trance, sus ojos brillantes llenos de vida y vestía un traje completamente negro con detalles en aguamarina y el emblema de neptuno..

En su mano había una rosa del mismo color que el simbolo de su frente, y en su cintura colgaba una hermosa espada con gemas del mismo color...

- Soy el príncipe atlante Tsuzuki,del castillo Atlantis, guerrero de los mares y las magias nósticas, soy el guerrero Neptuno!-

Sin dudarlo se lanzo contra aquellos seres, usando unas esferas de agua que arrasaron con todo -

-Hisoka...-

Se giró y clavó sus ojos en los del uraniense.. acercandose lentamente a él mientras toda su memoria regresaba...

-... siempre.. voy a cuidarte...-

Acarició la mejilla del rubio con delicadeza y suspiro.. tantos siglos llorando en silencio su alma por no poder sentir a Hisoka cerca y ahora.


- Mi hermoso Hisoka...-

Para Hisoka había sido dificil esquivar a todos esos demonis del negaverso, por lo que al ver a Tsuzuki pelear con aquel uniforme no pudo mas notar como sus lagrimas comenzaban a caer, y, al notar su mano acariciándole la mejilla, se abrazo a el. Rodeando su cintura, le habia hechado tanto de menos, a su amado, a la persona que mas queria de este planeta.

-Tsuzuki....no te olvide...no te olvide...-.Repetia una y otra vez como un mantra.- Ai Shiteru...

Sephirot tenia razón era mejor el contarlo de una buena vez. y se sentiría mejor, pero lo que no esperaba es que ese mismo hombre del milenio de plata, que le aconsejaba y protegia, fuera el mismo que le protegia en el dojo.

e sorprendio cuando sintio los brasos de Hisoka alrededor de su cuerpo, abraso que correspondio con todas sus fuerzas.

- Hisoka...-

Las memorias como príncipe le ganaban la partida, mientras estuviera tranformado le amaria con locura... le amaba mas que a nadie en el universo.

- Ich lieve dich...-

Respondio suavemente acariciando sus cabellos y besandole la frente , trasmitiendole todo su calor y amor...

Yue y Valentine aun estaban en batalla , hasta que una de las malignas tomó a Yue desprevenido por el cuello, comenzando a absorber su energía vital, pero sin notar que, cerca del chico, una figura no muy alta, rubia, de mirada vacía se levantaba...su cuerpo comenzaba a emitir una energía abrumadora. Tanto que la criatura que sujetaba a Yue soltó asustada a este para observar impactado al menor de ojos dorados.

Una voz gutural se escucho.

-deja en paz a mis amigos...-.Se escucho con fuerza y la espada fue clavada en el pecho de la criatura, fue en ese momento que incluso una de las enredaderas lo sujetó en contra de su voluntad, pero al levantar su mirada sus ojos estaban completamente vacíos, la conciencia de Edward había desaparecido.

La ola expansiva que habia provocado el poder de Edward habia destruido a casi todas las malignas del lugar, solo quedaban dos...

-Yue...-

Edward perdió totalmente el conocimiento quedando a merced de esas raíces que al percibir no tener energía maligna ya, lo dejaron caer al suelo, para ignorarle. El rubio abrió un poco los ojos y al ver a esa persona brillante delante de el simplemente no pudo más y cerro estos.


-A...l...Y..ue...-.Llamo a su mejor amigo en ese momento.

Al ver las ultimas dos enemigas, Yue levanto su espada y de un solo golpe esta irradio una luz que desintegro a ambas criaturas de un solo golpe... al menos po el momento estarian a salvo...

- que..-

Se giró y se aterró al ver a su amigo asi.. corrio y le abrasó con fuerza.

- Ed!! Edward!!-

Acarició sus cabellos y le besó las mejillas llorando.

- despierta.. Ed.. soy yo.. Yue.. estoy aqui ...-

Le abraso mas fuerte..

- te quiero.. te quiero Edward.. mucho.. gracias.. me salvaste de nuevo.. gracias...-

Su ser brillo y volvia a tener el uniforme escolar algo roto por el ataque... el joven chino no paraba de abrazar y hablarle dulcemente a su amigo entre lagrimas de preocupación mientras Valentine se dejaba caer sobre un montón de escombros agotado.
Edward abrió los ojos por un segundo, notando múltiples sentimientos a su alrededor y observo a Yue, que parecía tener un aura a su alrededor. Quería quedar despierto, pero el sopor le invadía se acurruco a su lado para poder descansar quedando otra vez desmayado.

Pero al menos dando señales de que el estaba vivo.

El joven uraniense, al ver a aquel hombre, Hisoka se asusto un poco debido a que su memoria estaba realmente confusa. Tenia miedo y la única persona que podía al menos tranquilizarle era Tsuzuki, por lo que cerro los ojos tratando de relajarse.

-Tsuzuki...-.Susurro muy bajito no notando que su cuerpo brillaba y aparecia con el uniforme del colegio practicamente cayendo al suelo con los ojos cerrados, ya que habia sido demasiado para un empata humano en aquel momento.


El lugar estaba ya limpio de Malignas.. pero aun seguía sintiéndose una energía hostil dentro del lugar... la puerta se estremeció con varios golpes, algo o alguien estaba arremetiendo y en cualquier momento saldría...

La batalla aún no habia terminado...

>Continuará











viernes, 3 de febrero de 2012

Cronicas del Presente: Preludio de Urano y Venus, la amistad Inquebrantable.

En una de las camas del Hospital de la ciudad de Jujuban, se encontraba descansando el joven Kurosaki, miembro menor de la familia del Clan Kurosaki, famosos por su dojo de artes marciales y empresas Kurosaki.
El joven se removía suavemente en sueños intranquilos, luego de que su corazón sufriese otro ataque fuerte...

Todo a su alrededor estaba destruyendose, notaba el dolor en su cuerpo al ser practicamente tragado por la oscuridad, se abrazo a si mismo intentando aliviar de esa manera su dolor y fue entonces que noto una maquina pitar a su alrededor, al abrir los ojos pudo notar el olor a desifectante, y recordar en ese momento que al estar con su maestro en la cafetería, se habia desmayado y al parecer su corazon habia fallado de nuevo.

-Kurosaki-sama-Escucho a una de las criadas de la familia, seguramente enviada por su abuelo, el cual estaba de viaje al igual que toda su familia.-Al fin a despertado-

Era inutil el preguntar que le habia pasado, por que el mismo lo sabia, al ver que la sirvienta se iba dejandole de nuevo solo, lo agradecio, sobre todo por que los sentimientos temerosos de aquella muchacha, comenzaba a quebrar su probe espiritu. Se incorporo con cuidado para observar hacia un lado, donde podia ver la imagen de un arbol de cerezo en plena flor.

-es una epoca hermosa y alterada...-Susurro por lo bajo y agacho la cabeza observando sus manos, recordando aquel extraño sueño.- un mar de oscuridad, en un mundo que no conozco...-

- Despertaste dormilon!-

Un chico alto, rubio y de ojos azules se asomó por la puerta sonriendole afectusosamente...A pesar de que ya se veia como un chico meramente normal, estaba delgado, demasiado.. aunque él creía que su cuerpo se veia ``bien´´ así, los demas se asustaban un poco por la delgades insana del chico, pero poco a poco recuperaba peso, gracias al apoyo de su amigo y de.. cierta persona con la que salioa hace un tiempo.

- te perdiste una genial clase de arte.. el profesor Asato nos enseño una piesa de piano.. varias chicas lloraron y .. - Saco su movil y se lo dió.

- la grabe para ti.. no es de buena calidad, pero se puede apreciar bien... -

Hisoka sonrió suavemente a su amigo inglés, Valentine Noir era el unico que se acercaba a pesar de la ``mala fama´´ que tenia el muchacho de ojos verdes.

-Gracias...-.Al escuchar el nombre del profesor, se sonrojó un poquito, ya que aquel profesor de arte le gustaba , no sabia el motivo y no le importaba, simplemente escucharle tocar el piano o verle leer se habia convertido en su pequeño hobby debido a que no podia practicar deportes como cualquier chico de su edad.-¿ Estaba todas las chicas alrededor de nuevo...? El profesor Asato es muy popular-

Puso la musica para escucharla y sonrio, estiro un brazo para sujetar los apuntes y comenzar a revisarlos, lo cierto es que Hisoka no queria quedarse retrasado en clase.

- Bueno.. varias chicas opinaron que los ojos del profesor brillan cuando toca.. yo opino que hay que darle mas color a su guardarropas esos ojos amatistas deben lucirse!.. jejeje.. en cuanto a la pieza.. pues.. contemporanea sin duda... y .. hay que hacer un ensayo de la epoca- comentó Valentine mientras cerraba los ojos y se dejaba conquistar por el hermoso sonido melódico

Se sento en la cama, sabia que su amigo era empatico por lo que siempre entraba con el mejor de los humores a verle...

- ha y también me pidio.. que te mandara esto.. - le dió un papel - dice que la poesia que compusiste merece un diez, y lo tienes, pero que quiere que te salgas un poco del esquema reglamentario, que plasmes tu sentimientos en el.. -

Saco otra hoja y se la mostro.

- el maestro Sephirot te manda sus saludos.. cuando pase por tu casa me pidió que te dijera que te espera para tus clases, así que recupérate... dios ese hombre... es tan... awwww... sexi.. pero no más que mi policia...-

Suspiro estaba en confiansa con Hisoka como para contarle sobre su ligero amorio con un oficial de la ley, mientras que Hisoka anotaba algunas cosas, omitiendo la parte del profesor, sabia que con Val podia hablar de esas cosas. Pero en todos esos años que no tuvo ni un solo amigo, simplemente se volvio un veradero soltiario y un chico reservado de sus sentimientos.

- ¿Y como te va con el gran policia? digo, algun avance mas...- preguntó curioso

El joven inglés sacó su movil y se lo pasó a su amigo, mostrandole a Hisoka la foto de un hombre apuesto, de cabellos negros y ojos de un azul profundo vestido con el uniforme de la policia.

- Se llama Roy.... Sargento Roy Mustag... ademas es deboto del templo Hino, va a rezar mucho ahi y tiene un medallon con el amuleto del templo ... es tan... awww.. sensual, caballeroso.. es todo un galan.. si todo sale bien... el sabado .. le voy a pedir que seamos algo.. formal... ya sabes.. novios-

No le dejo responder, aunque la mirada del japonés le bastó para saber que le deseaba lo mejor..

Se mordio el labio y le dio un beso en la mejilla a Hisoka lleno de felicidad y entusiasmo.

- Por cierto, hoy el profesor Asato dijo que le gustaba el pastel de platanos... peeeeero mintió.. -

Movio su dedito de forma sabia, quizas Val no fuera inteligente en clases pero para detalles para conquistar y enamorar nunca se le escapaban, era un Sherlok Holmes de amor...

- come siempre pastel de cerezas... con te de durazno y...-

Saco un anotador y busco.

- aja.. si eso coincide con mi sospecha.. su color favorito es el color aguamarina... jejejeje... siempre puedes hacerle un pastel de cereza que taaan bien te salen.. digo como atención nada mas..-

Habia notado los sonrrojos de Hisoka con el profesor Asato y aunque su amigo tenia otras cosas en mente, queria ayudar a su amigo a definir sus sentimientos.

- ash... hablando de pasteles.. hoy ese chico.. Tsukishiro.. volcó su jugo en mi... no puedes creer lo torpe que es... por suerte nadie le molesta... siempre esta pegado a Elrik y el enano es.. de temer.. jejejeje.. aunque se me ahcen simpaticos.. algun dia deberiamos invitarlos a la cafeteria no crees? -

Hisoka se puso de todos colores a la mención de los gustos del profesor, y pasó olimpicamente de tema, no porque no confiara en Valentine, sino porque aún le apenaba un poco hablar del tema...

-Para Elric a sido dificil, el adaptarse, si no fuera por Tsukihiro, creo que no hubiese conseguido al menos amistades...-Dijo esquivando el tema del profesor Asato como el mejor, a pesar de la risa de Val al notarlo.- Ademas es un buen estudiante, que malo puede hacer...me han dicho que su padre es un gran cientifico...

Miro sus manos, estaba agobiado de los sentimientos de los demas pero con Val los continuos ataques no pasaban. Era como si el supiese perfectamente lo delicado que estaba.

-Y la delegada que dijo sobre mi falta, estoy seguro que se quejo de nuevo, no le agrada perder en la lista de examenes-

- Deja a esa amargada en paz.. si quiere estar primera en la lista de examentes que estudie... no vas a ir al colegio con el corazon en la mano solo porque ella no supera el orgullo...- dijo el inglés mientras le daba palmaditas en la espalda comprensivo , claro que sabia lo delicado que habia estado Hisoka, y lo dificil que era llevar su delicado corazon y su empatia al mismo tiempo, por eso se tomaba unos minutos en relajarse antes de acercarse al chico... era su amigo y le cuidaria.

Le acomodo las mantas y abrio las ventanas dejando entrar el aire primaveral

- entonces.. el sabado tengo cita con Roy.. pero.. el viernes.. quedamos con Elrik y Tsukishiro para ir a tomar algo... seguro aceptan jejeje.. Tsukishiro no resiste la tentacion de pasteles....-

Volvio con su amigo y por unos segundos se quedo paralizado, lo habia visto.. diferente.. vestido de un celeste claro y con una gema en su frente, pero al pestañear Hisoka seguia con el pijama ...

- hu.. creo que me equivoque de pastilla- bromeo - juraria que tenias un tercer ojo azul claro aqui - dijo picandole despacito la frente - como los principes hindues..


Hisoka por su lado pareció debilitarse de repente, dejandose caer entre las almuhadas.

-que me pasa...?-.Se puso una mano en la frente, una imagen y la oscuridad podia hacerse a su alrededor, como ese sueño tan macabro, ¡¿por que soñaba con el profesor Asato que le suplicaba que no muriese!?, era extraño, demasiado extraño para guardarselo.- estoy volviendome loco Val...yo, no se si es el hospital o la soledad que siento, pero...

Algo le detuvo de continuar y puso sus brazos encima de sus ojos, para tratar de no ver nada.

-dejalo, es una tonteria...se me pasara...-
Valentine se le adelantó y lo abrasó con fuerza, quitandole el braso de la cara y enterrando su rostro en el cuello de Hisoka, acariciandole la espalda y los cabellos.

- no estas solo bonito... yo estoy aqui.. somos amigos y nunca voy a dejarte solo... -

Esa necesidad de no dejarle caer.. tan extraña...

- venga ya.. que me pones sentimental..- se seco las lagrimas que habian brotado de sus ojos pero no dejaban de salir - si todo esta bien no?.. te recuperaras y vendras al colegio, saldremos como siempre y reiremos... verdad?..

Se abrazo a Val dejando caer sus lagrimas, estaba realmente desesperado con todo lo sucedido, sus padres ya apenas se molestaban en venir a verle y el unico que se preocupaba de su salud era su abuelo. El cual se tenia que encargar del negocio familiar.

-Val...estoy tan solo...-.Susurro tan bajito, dejando ver la fragilidad en aquel momento.- yo enfrento esto pero a veces me pregunto de que sirve soportarlo...si, si ni siquiera tengo a alguien que me quiera en mi casa, como quien soy...es tan frustante...

Y el miedo a acercarse a aquel profesor, tampoco ayuda, tenia miedo pero de hacerle daño si el llegaba a morir por su debilidad, no era precisamente bueno para sus sentimientos.

-Estoy tan cansado de pelear contra corriente...que creo que debo...-

- ¡¡¡ni se te ocurra pensarlo!!!.. no me dejaste morir cuando estaba en los huesos y completamente perdido en mi anorexia yo no te voy a dejar rendirte...-

Le acaricio la espalda y los cabellos meciendole un poco, sabia lo dura que era la vida de Hisoka, sus hermanos se burlaban porque por ser delicado no podia entrenar como ellos,, sus padres apenas si se acordaban de el y el abuelito, el hombre mas bueno del mundo a los ojos de Val, si bien amaba a su nieto tenia que ocuparse del dojo y eso le restaba tiempo...

- no estas solo... no lo estas.. solo te falta un poquito de confiansa en ti mismo... venga.. es miercoles, me quedare hasta que te duermas y mañana a primera hora pasare a buscarte.. y el viernes saldremos ... ya no te preocupes por eso Soka chan.. no estas solo... mira..-

Saco otro movil de su mochila y se lo dió.

- se que odias esto, pero si necesitas hablar o te sientes solo y yo no estoy, llamame tontito... para eso estoy... -

Le dio un beso en la frente y le acomodo los cabellos.

- no vas a caer Hisoka.. vas a salir adelante y a ser un orgulloso Kurosaki...-

Las palabras de Val le animaron un poco, por lo que se abrazo mas fuerte le agradaba recibir por una vez calor de una persona. Aunque muchas veces soñaba con aquella que tanto deseaba decirlo lo que sentia. Sus parpados pesaban y su abrazo fue disminuyendo su cuerpo, notando aquel sopor que le hizo dormir profundamente.

Volviendo a soñar con su amado profesor Asato Tsuzuki, esa persona que a pesar de estar lejos, continuamente le tranquilizaba sin estar presente, no dandose cuenta que a pesar de estar dormido pronunciaba su nombre en sueños mientras lloraba.

-Tsu...zuki....ai..shit...e..ru...-.Se escucho en la habitacion.

Valentine le recostó, quedandose con él hasta que le notó dormido.. se levanto y cerro una de las hojas de la ventana dejando la otra abierta para que el aire se renovara.. no sabia por que pero sentia como el el viento siempre queria acompañar a Hisoka... pensamientos raros pero igual los seguia...

Tomo su mochila y se inclino dandole un tierno beso en la mejilla a su amigo.

- hasta mañana Soka chan...-

Cuando llego a la puerta escucho a su amigo llamar al profesor en sueños.. y sonrió.

- Te prometo que te ayudare a que te acerques a él Soka chan... solo.. confia en ti...-

Se acomodó la mochila y cerro la puerta sin notar la figura alta de cabellos platinados que observaba a Hisoka desde una esquina de la habitación...